La Corporación Reiniciar repudia con absoluta contundencia el asesinato del líder social y militante de la Unión Patriótica (UP) Julián Rodríguez Arenas, perpetrado el 17 de noviembre en horas de la noche mientras regresaba a su hogar en la vereda Las Juntas, corregimiento de La Marina, municipio de Chaparral, Tolima. Julián fue mucho más que un dirigente comunitario: era un referente indispensable para las comunidades del sur del Tolima, un defensor incansable de los derechos humanos y una voz firme en la construcción de paz en la región.
Resulta gravísimo y profundamente alarmante que, pese a que en mayo de 2024 Julián denunció amenazas y hostigamientos por parte de presuntos miembros de las disidencias de las FARC, la Unidad Nacional de Protección (UNP) no adoptara las medidas indispensables para salvaguardar su vida. Tras múltiples solicitudes y una espera injustificable, la UNP respondió el 7 de noviembre de 2024 negando las medidas de protección, aun cuando el riesgo era evidente y había sido reiteradamente advertido. Hoy, un año después de iniciado este proceso, Julián es asesinado en un crimen que pudo y debió ser prevenido.
Desde la Corporación Reiniciar exigimos a la Fiscalía General de la Nación avanzar con celeridad en una investigación rigurosa, independiente y eficaz que esclarezca lo sucedido y permita identificar y judicializar sin dilaciones a los responsables. Del mismo modo, instamos a la UNP a cumplir de manera inmediata y efectiva su obligación de brindar garantías reales de seguridad a los dirigentes, militantes y sobrevivientes de la Unión Patriótica, conforme lo establece el Programa Especial de Protección Integral para dirigentes, miembros y sobrevivientes de la UP y del Partido Comunista Colombiano (PCC). La reiterada negación de medidas de protección en casos como el de Julián constituye una vulneración inadmisible y peligrosa, que no puede repetirse bajo ninguna circunstancia.
Hace apenas una semana, el Estado colombiano reconocía públicamente su responsabilidad en el genocidio contra la Unión Patriótica. Hoy, otro militante de este movimiento es asesinado, en un hecho que reabre heridas profundas y evidencia que la violencia política persiste. No aceptamos ni un asesinato más. No aceptamos que quienes defienden la democracia y los derechos del pueblo colombiano sigan siendo objeto de persecución y exterminio.
Acompañamos con solidaridad a su familia, amigos, compañeros y a las comunidades del sur del Tolima en este momento de dolor. Compartimos su duelo y reafirmamos nuestro compromiso de seguir luchando por la verdad, la justicia y la dignidad que Julián defendió en vida.
#NuncaMásOtroGenocidio
#ReparaciónUPYa



