Cerca de 1.500 personas, des-andaron la muerte y sembraron memoria viva en Segovia

Segovia

Veintidós años después de la masacre en Segovia, los pobladores aun se preguntan cuándo se hará justicia por el horror paramilitar, que el pueblo minero vivió el 11 de noviembre de 1988, cuando tras su paso macabro, dejó tendidas en las calles de Segovia 43 personas sin vida y más de medio centenar heridas. La jornada de conmemoración se inició con la apertura del Bosque de Ecomemoria Viva, ubicado en el coliseo municipal, donde familiares de víctimas y representantes de las diferentes organizaciones sociales, sembraron 43 árboles de cedro, cada uno dedicado a la memoria de las 43 víctimas de la masacre de Segovia. Desde el coliseo, salió una multitudinaria marcha que desanduvo la muerte por las diferentes calles del pueblo. La peregrinación hizo tres estaciones: El bar Johnny Kay, la calle de la reina y finalizó en el parque principal de Segovia, lugares donde cayeron el mayor número de personas asesinadas la noche del 11 de noviembre de 1988. En cada una de las estaciones, fueron relatados los hechos como sucedieron. A los relatos se fueron uniendo pobladores desprevenidos que quisieron contar a los asistentes lo que vivieron, lo que vieron y lo que no han podido olvidar a pesar de haber pasado 22 años.

En el parque principal de Segovia, se concentraron más de 1500 personas. El pueblo entero aceptó la invitación a la jornada contra el olvido e hicieron parte de las exposiciones de la galería de Memoria Viva® de la Corporación Reiniciar y del Túnel de la Memoria de la Corporación Quinto Mandamiento, que puso en escena los instantes más crueles que en su momento registraron los diferentes medios de comunicación. La jornada contra el olvido contó con la participación de la exsenadora Piedad Córdoba, a quien luego de imponérsele una corona de flores amarillas, fue nombrada por los segovianos como la ‘Senadora del Pueblo’, quien hizo un homenaje a la resistencia y persistencia del pueblo segoviano.

Las organizaciones convocantes de la jornada: La Corporación Reiniciar, la Corporación Cahucopana, la Coordinación Nacional de Víctimas y Familiares del Genocidio contra la Unión Patriótica, la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra y la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos – Credhos, donaron a Segovia la Columna de la Memoria, monumento que fue descubierto por Jahel Quiroga Carrillo, directora de la Corporación Reiniciar; Piedad Córdoba, exsenadora de la república, Patricia Ariza, representante del Movimiento de Artistas por la Paz y la señora Jahel Cano, sobreviviente de la masacre y quien en el momento de los hechos era la presidenta del Concejo Municipal de Segovia.

La importancia de jornadas como la de “Desandamos la Muerte Sembrando Memoria Viva”, realizada el pasado 11 de noviembre de 2010, es precisamente la recuperación de la memoria, el no permitirnos el olvido, realizar el acompañamiento a las víctimas de crímenes de Estado, recordarle al que sea necesario que Colombia está cansada de la muerte y de la impunidad que reina sobre nuestras regiones, sobre los más vulnerables, que no olvidamos, que estamos presentes en cada una de las víctimas de Segovia y que se seguirá adelante en la resistencia por la vida y el territorio. Para los participantes en la conmemoración quedó claro que los segovianos están hechos de hierro y de piel, porque solo así se puede resistir para seguir en la búsqueda de justicia, verdad y reparación

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