La justicia no se doblega ante el poder: ex Presidente Álvaro Uribe es condenado por soborno en actuación penal y fraude procesal

El reciente fallo que condena al ex Presidente Álvaro Uribe Vélez a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal, es un hito trascendental para la justicia en Colombia y tiene una relevancia crucial para la sociedad colombiana. Este fallo, además de ser un acontecimiento jurídico de gran magnitud, refleja el firme compromiso con la verdad y la equidad que debe regir las instituciones de un Estado democrático.

La condena a Uribe Vélez es un recordatorio de que, sin importar el cargo o el poder, todos los ciudadanos están sujetos a la ley. En una sociedad democrática, la justicia no puede ser selectiva ni subordinada a intereses personales o políticos. Debe ser accesible para todas y todos, sin distinción de poder o estatus.

Como lo señaló la jueza Sandra Heredia durante la audiencia, “el derecho no puede temblar frente al ruido y la justicia no se arrodilla ante el poder”.

La base esencial de una sociedad democrática, pacífica y justa es la verdad. Este fallo se traduce en la esperanza de que, a medida que se avance en la búsqueda de la verdad y la justicia, Colombia podrá construir un futuro más democrático, inclusivo y pacífico para todas y todos sus ciudadanos.

Desde la Corporación Reinciar hacemos un llamado a toda la sociedad colombiana —incluyendo actores políticos, institucionales y ciudadanía en general— a respetar la autonomía e independencia de esta importante decisión judicial. Independientemente del desenlace, es deber de toda democracia sólida y respetuosa del Estado de derecho acatar los fallos de la justicia.

Asimismo, reconocemos la labor incansable y valerosa de las organizaciones de la sociedad civil, particularmente el Colectivo de Abogados y Abogadas José Alvear Restrepo y el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, víctimas que con valentía han persistido en la búsqueda de justicia, y al senador Iván Cepeda, cuya constancia y compromiso con la verdad han sido fundamentales para alcanzar este resultado histórico. Su trabajo ejemplar reafirma que la dignidad, la memoria y la justicia merecen la pena ya que son pilares esenciales para la construcción de una Colombia en paz.

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