Tras visita humanitaria realizada a El Tarra, Norte de Santander, con la Caravana Humanitaria por la Paz: Abracemos al Catatumbo, las Plataformas de Derechos Humanos, la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU), la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PCDHDD) y la Alianza de Organizaciones Sociales y Afines, ratificamos nuestra exigencia de que se logre un acuerdo humanitario que garantice la protección de la población en el territorio y el respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Expresamos nuestra profunda preocupación por la crisis humanitaria y la persistencia del conflicto armado en la región del Catatumbo, a la vez que hacemos un clamoroso llamado al Ejército de Liberación Nacional (ELN), al Estado Mayor de Bloques (EMB)-FAR y al Gobierno Nacional para que habiliten un espacio de diálogo que permita concretar urgentes acuerdos y acciones humanitarias en favor de las miles de personas afectadas por la violencia en la región del Catatumbo.
Durante décadas, esta zona ha estado sumida en una situación de violencia derivada de la presencia de actores armados y de intereses económicos tanto legales como ilegales, incluyendo el negocio de la coca y su transformación, así como el desarrollo de cultivos de palma aceitera, entre otros.
Rechazamos los hostigamientos y las conductas violatorias del DIH por parte de los actores armados, así como cualquier respuesta militarista y proclive a la prolongación e intensificación del conflicto en el Catatumbo.
Ante esta situación, exigimos un cese inmediato de todas las hostilidades por parte de todos los actores armados, así como cualquier agresión, amenaza o estigmatización a los líderes y población civil, incluidos a quienes consideren bases sociales o aliados de sus contrapartes, la desmilitarización de la vida cotidiana en la región, el cumplimiento integral del acuerdo de paz, las normas básicas del Derecho Internacional Humanitario y la implementación de mecanismos de ayuda humanitaria de manera inmediata y eficaz. Es urgente y prioritario garantizar el bienestar de las comunidades y abogar por una solución política y negociada al conflicto y avanzar en lo inmediato a la concreción de acuerdos humanitarios entre los distintos grupos, bajo el liderazgo del gobierno nacional, así como en sólidos mecanismos de monitoreo con participación de distintos sectores de la sociedad civil.
La consolidación del Catatumbo como territorio de paz solo será posible si las instituciones estatales y los actores armados dan un paso decidido hacia la transformación de esta región, priorizando el bienestar y la seguridad de quienes habitan en ella. El pueblo colombiano no puede continuar sometido al derramamiento de sangre. Aún es posible construir un camino hacia la paz. Por ello, les pedimos que escuchen el clamor de vida y dignidad de la población.
Como plataformas de derechos humanos y en respaldo de lo expresado por las organizaciones del Catatumbo, exigimos:
● Respeto al principio de distinción entre combatientes y no combatientes y a la inmunidad de todos los liderazgos, comunidades y firmantes de paz.
● Respeto y protección de bienes civiles, sociales, religiosos, sagrados, comunitarios y de fuentes de supervivencia económica, cultural y ambiental.
● Prevenir y erradicar el uso de minas antipersonales, municiones sin explotar y artefactos explosivos.
● No incurrir ni permitir la práctica del reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
● Garantizar la libre movilidad y locomoción de las personas en la región.
● Respeto y garantía de las misiones humanitarias, médicas, sanitarias, institucionales, organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales.
● Respeto y protección de los liderazgos sociales y personas defensoras de derechos humanos.
● Prevención, erradicación y no repetición de todas las formas de violencia basada en género, violencia sexual y violencia contra la comunidad LGTBIQ+.
● Respeto a la autodeterminación, autonomía territorial y derechos propios de las comunidades, así como la protección del patrimonio étnico y cultural.
● Severos controles a cualquier forma de connivencia o tolerancia por parte de la Fuerza Pública con agrupaciones paramilitares y el accionar armado de los grupos ilegales.
● Exigencia de resultados y pública rendición de cuentas a las distintas autoridades civiles, militares y policiales a las entidades con funciones disciplinarias, judiciales y de control en el ejercicio de los compromisos de garantías a la vida y la permanencia en el territorio de los liderazgos y comunidades de la región.
● Garantías para la participación en el ejercicio de la democracia de la población civil.
Hacia una salida sostenible por la paz y la vida en el Catatumbo
Reconocemos la resistencia de las comunidades del Catatumbo y sus esfuerzos organizativos para la construcción de la paz. En este sentido, resaltamos el trabajo colectivo que ha dado lugar al «Pacto Social por la Transformación Territorial del Catatumbo», fruto de un proceso amplio y participativo entre organizaciones comunitarias y el gobierno nacional. Dicho pacto establece seis ejes fundamentales para el desarrollo y la construcción de paz en la región:
● Eje inicial: Derecho humano a la alimentación y soberanía alimentaria.
● Eje 1: Ordenamiento territorial participativo y popular.
● Eje 2: Modelo regional de salud.
● Eje 3: Red educativa regional y universidad del Catatumbo.
● Eje 4: Transformación económica, agroindustrial y productiva para el desarrollo endógeno del Catatumbo.
● Eje 5: Conectividad, infraestructura vial y transporte intermodal.
● Eje transversal: Paz Total, implementación del Acuerdo de Paz y reparación integral.
La implementación efectiva de este pacto representa una oportunidad histórica para la reconstrucción social, humana, política y económica de la región. Para ello, es necesario el compromiso y la voluntad política de todos los actores involucrados y garantizar la participación más amplia de las mujeres y las comunidades campesinas y pueblos indígenas de la región.
Instamos al Estado colombiano, a la comunidad internacional y a los diferentes sectores sociales y económicos a respaldar estas iniciativas que buscan garantizar la paz con justicia social en el Catatumbo. La vida y la dignidad de las comunidades deben ser el centro de cualquier política pública o intervención en la región.
Exhortamos a todas las partes implicadas en esta confrontación a no seguir alimentando prácticas y discursos que justifique la guerra como mecanismo para resolver las diferencias. La consolidación del Catatumbo como territorio de paz solo será posible si ustedes dan un paso decidido hacia la transformación de esta región, priorizando el bienestar de quienes habitan en ella. En este momento, en el que la violencia se ha agudizado, es fundamental que demuestren compromiso real con la paz, pero, sobre todo, con el respeto por la vida.