Justicia negada por una paz inverosímil: La estrategia de impunidad detrás de la Ley de Justicia y Paz

El presente documento evalúa la implementación de la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz) desde una perspectiva de derechos humanos, a partir de la experiencia de la Corporación Reiniciar en el litigio que en representación de un conjunto de víctimas de crímenes atribuidos a paramilitares desmovilizados, adelanta ante el sistema de alternatividad penal que esta ley constituye. Dicho litigio implica el acompañamiento jurídico y psicosocial a las víctimas así como la representación judicial de las mismas en los procesos que en forma paralela cursan en la jurisdicción penal ordinaria. El 90% de las víctimas representadas corresponde al caso de la Unión Patriótica. 

Este informe también se apoya en el estudio extensivo de distintas fuentes documentales como informes oficiales, reportes de prensa y estudios de otras organizaciones de derechos humanos. Esta labor ha permitido constatar de primera mano las falencias del marco jurídico para la desmovilización de paramilitares que advertimos con anterioridad, al tiempo que arroja nuevas conclusiones sobre su aplicación. 

El texto sitúa históricamente la Ley de Justicia y Paz, la analiza en su desarrollo reglamentario y, la evalúa a la luz de la experiencia de litigio, para concluir con el develamiento de una estrategia de impunidad que se ampara en el carácter de justicia transicional que la institucionalidad le otorga. 

Esta publicación y las acciones que la sustentan, no hubieran sido posibles sin la confianza depositada en Reiniciar por las víctimas de violaciones a los derechos humanos que representamos judicialmente, luego de un largo período de acompañamiento integral que incluye asistencia legal, atención psicosocial, formación en derechos y promoción de su organización autónoma. 

Tampoco lo hubieran sido posibles sin el apoyo de la Embajada de Suecia en Colombia y de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional (ASDI) y, en especial, de la Embajadora Lena Nordstrom, a quien expresamos públicamente un sincero agradecimiento por la fe y la confianza en la justeza de la causa de los derechos humanos y de la búsqueda de justicia para todas las víctimas de este país.

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